Señor, aquí a tus plantas lloro de gratitud,Porque todas mis faltas has perdonado Tú,Siento una cosa extraña, que hay en mi corazón.Arde como una llama y es tu divino amor.(bis) CORO:Cómo podré expresarte mi gratitud ¡Oh Señor!Sólo puedo llorar, con lágrimas de amor,Nada te puedo dar, sólo mi corazón,Quiero estar cerca, más cerca, cerca de Ti, mi Dios.(bis) ¡Oh! Qué dulce es llorar, al sentir el perdón;Sabiendo que en verdad, tu gracia me alcanzó,¿Quién? Me podrá apartar si en tu camino voyMe guardarás del mal, porque ya tuyo soy(bis) ¡Oh qué felicidad siento en todo mi serAl venir a llorar, Señor, ante tus pies!Gloria y eternidad, es tu promesa fiel,Donde Tú siempre estás, permíteme que allí esté.(bis)

El óleo santo de la alegría,En mis entrañas Dios derramó;Suaves arpegios de melodía,Que desde el cielo descendió. CORO:Divina Trinidad gloriosa,Siento en mí tu santa unción,Y el corazón que reboza,Del gozo de la resurrección. Un algo canta dentro de mi alma,En lo profundo de mi ser,Las sinfonías de dulce calma;Y el pecho siento enternecer. La luminaria del puro amor,Esparce rayos de felicidad,E inunda en gozo mi corazónCon la dulzura de la Deidad. La angelical beata vidaSiento bullir dentro de míY la dicha tan bendecidaDe un nuevo cántico sin fin.

Muchos que viven en tu derredorTristes, hambrientos están;Tú, por tu vida, les puedes llevarGozo, Luz, y bendición. CORO:Usa mi vida, usa mi vida,Para tu gloria, oh Jesús;Todos los días y hoy quiero serTestigo tuyo, Señor, por doquier. Dí a los tristes que Dios es amor,El quiere dar su perdón,A los que vienen a Cristo JesúsBuscando paz, salvación. Toda tu vida hoy rinde al Señor,Cada momento sé fielOtros que vean en ti su amorPronto se rindan a El.

Soy soldado de Cristo, el jefe salvador,Pelearé yo por El en la lucha con valor;Con mis ojos clavados en nuestro gran guiador,Pelearé yo en contra del maligno. CORO:Es la voz de Cristo que nos llama,¡A la batalla! ¡A la batalla!Es la voz de Cristo que pregunta:¿Quiénes se alistan hoy?Yo soy soldado de JesucristoCon valor yo siempre lucharé;Sí, soy soldado de Jesucristo,Hasta el fin lucharé con nuestro Rey. La palabra de Dios es la espada de la fe,Que me ayuda a pelear por Jesús mi amable Rey;Con las huestes de Dios lucharé y triunfaré,Estaré siempre firme en la batalla. ¿No quisieras venir tú también de El en pos?¿Y pelear por Jesús al mandato de su voz?La corona dará al que es fiel nuestro buen Dios,Y con El gozaremos los laureles. Pronto viene el Señor, la batalla cesará,Y con Cristo Jesús reinaremos más allá;¡Oh, qué dicha indecible con El vivir será!Do no habrá más tristeza ni más llanto.