La gloria de Cristo el Señor cantaré,
Pues llena mi vida de gozo y de paz:
Callar los favores que de él alcancé,
Mi labio no puede jamás.

CORO:
Es todo bondad para mí,
Con él nada puedo desear;
Pues todos mis altos deseos aquí
Tan sólo él los puede llenar.

En horas de angustia conmigo él ésta,
Y puedo escuchar su dulcísima voz,
Que me habla, y su paz inefable
me da la paz infinita de Dios.

Si a rudos conflictos me mira que voy,
Me deja hasta el fin a mí solo luchar;
Mas pronto si ve que cediendo ya estoy,
Socorro me viene a prestar.

También cuando gozo lo miro llegar,
Y entonces mi dicha la aumenta el Señor;
Ya llena mi copa, la veo rebosar,
Con todos sus dones de amor.

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