Paracleto celestial,
eres guía del mortal,
a las fuentes del amor,
del bendito Salvador,
tú convences de maldad,
tú enseñas santidad,
Paracleto eternal,
guía fiel, sí, guía leal.

Tú ensalzas a Jesús,
el autor de paz y luz;
fortaleces tú la fe,
de la redimida grey,
eres el Consolador,
siempre lleno de amor,
hasta el final serás,
emisario de solaz.

¡Oh, Paloma celestial!
¡Guárdanos de todo mal!
Cambia el frío corazón,
esta es nuestra petición,
danos el santo ardor.
¡Oh, fiel Vivificador!
tú, enviado del Señor,
de Dios don, por su amor.

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