Tú que vagas en las tinieblas,
Lejos de Cristo y de su amor;
Ven y ve cuán amante es Cristo,
Ven, contempla a tu Salvador.

CORO:
¡OH, cuánto tú amarás a Cristo,
Al mirar la gloria del Señor!
Su corazón fue quebrantado
En la cruz, por ti, por mí.

Ven, acepta perdón completo,
La paz y gozo del Salvador:
Alma triste, Jesús te llama,
El te espera con grande amor.

Este amor tan sublime y tierno,
Y tan profundo en su plenitud,
Brota libre del pecho herido,
De Jesús, quien nos da salud.

Y por siglos interminables,
Han de quedar en el corazón
Sus mercedes inescrutables,
Que nos brindan su bendición.

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