Al cielo vuelen los ecos santos
Que arranco alegre de mi laúd;
Al cielo vuelen mis dulces cantos,
Mis dulces cantos de gratitud.

CORO:
¡Alza tu canto, oh lengua mía!
¡Alza tu canto mi corazón!
Llénese el alma de alegría,
Con alegría de devoción.

Ya siento el fuego de los amores,
De los amores del grato Edén;
Ya no me acosan aquí dolores,
Porque contemplo a Jerusalén.

Padre, en tu regia, santa morada,
Donde la dicha no tiene fin,
Allí mi patria miro esmaltada
De bellas flores de tu jardín.

h padre, impárteme tu consuelo;
Nada en la tierra yo espero ya;
Y haz que pueda entrar al cielo,
Que allí tan sólo mi dicha está.

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