¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe,
De Dios en su eterna Palabra de amor!
¿Qué más él pudiera en su libro añadir
//Si todo a sus hijos lo ha dicho el Señor?//

Ya te halles enfermo o en plena salud,
Ya rico, ya pobre se encuentre tu ser,
En casa o viajando, por tierra y por mar,
//Conforme a tus años será tu poder//

No temas por nada, contigo yo soy;
Tu Dios yo soy solo, tu ayuda seré;
Tu fuerza y firmeza en mi diestra estarán,
//Y en ella sostén y poder te daré//

No habrán de anegarte las ondas del mar
Si en aguas profundas te ordeno salir;
Pues siempre contigo seré en tus angustias
//Y todas tus penas podré bendecir//

La llama no puede dañarte jamás
Si en medio del fuego te ordeno pasar;
El oro de tu alma más puro será,
//Pues sólo la escoria se habrá de quemar//

Mi amor siempre tierno, invariable, eternal,
Constante a mi pueblo mostrarle podré,
Si nívea corona ya ciñe su sien,
//¡Cual tierno cordero aún cuidaré!//

Al alma que anhele la paz que hay en mí,
Jamás en sus luchas la habré de dejar;
Si todo el infierno la quiere perder,
//¡Yo nunca, no nunca, la puedo olvidar!//

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