Cuando aquí de mi vida mis afa- nes cesen ya,
y se anuncie bella aurora celestial;
en las playas del cielo mi llegada
esperará,
mi Señor con bienvenida paternal.

– – – – Coro: – – – – –
Puedo entonces conocerle,
y seguro en su seno estaré,
cara a cara espero verle,
y con Él redimido viviré.

¡Oh! qué gozo tendré yo cuando
pueda ver su faz
y eterna vida esté con mi Señor;
de su lado ya nunca me podrán
quitar jamás
los halagos de mi fiero tentador.

He de ver a los seres que en la
Tierra yo perdí,
cuando en brazos de la muerte los
dejé,
y aunque de ellos entonces con
dolor me
despedí,
junto al trono de Jesús los hallaré.

Al entrar por las puertas de la
célica ciudad,
me uniré con los que ya triunfantes
van;
y del himno que alabe de mi Dios la
majestad,
los acentos por los siglos sonarán.

Comparte este himno:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *