Fuera del gran espacio,
sí, más allá del sol,
más lejos que los astros,
la oración llegará;
sus alas me elevan sobre lo terrenal,
sí, hasta el mismo cielo,
a mi Padre celestial.

Es tan estrecho el mundo,
tan falto de amor,
mi alma hallar procura,
reposo en ti, Señor,
la más oscura noche,
pronto terminará.
Cuando a Dios yo oro,
el alba despunta ya.

El que humilde ora, seguro vivirá,
estando en Cristo firme,
victoria Él le dará.
¡Oh!, recordemos siempre que, por
la oración,
aun por doquier
andemos con Dios habrá
comunión.

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