Las bodas del Cordero ya están
aparejadas, multitudes van;
entra, entra, lugar hay para ti.

El día pasa y el sol se va,
las sombras crecen y es tiempo ya;
entra, entra, lugar hay para ti.

Es el Señor quien llama a entrar,
acepta ya, no quieras demorar;
entra, entra, lugar hay para ti.

Aquel lugar pronto se ha de
llenar,
mas para ti aún queda un lugar;
entra, entra, lugar hay para ti.

Muy pronto el Rey
la puerta cerrará,
entonces tú afuera quedarás;
entra, entra, Jesús te llama a ti.

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