Cuando andemos con Dios,
escuchando su voz,
nuestra senda florida será;
si acatamos su ley,
Él será nuestro Rey,
y con Él reinaremos allá.

– – – – – – Coro: – – – – – – –
Obedecer, cumple a nuestro deber;
si queréis ser felices, debéis obedecer.

Cuando Cristo murió,
nuestro llanto enjugó,
proclamarle debemos doquier;
gozarás del amor,
de tu Rey y Señor,
si obediente le quieres tú ser.

No podremos probar,
sus delicias sin par,
si seguimos mundano el placer;
obtendremos su amor,
y el divino favor,
si sus leyes queremos hacer.

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