Soy peregrino en la tierra,
Lejos ando de mi hogar;
Mi alma con ansia espera
La venida del Señor.
Aquí no hay permanencia,
No hay de conflictos fin,
Mas de Jesús la presencia
Gloria parami será.

CORO:
Paz… dulce hogar…
Quiero gozar,
Con mi Jesús…
He de morar.

Mientras esté en el mundo viviré
yo por fe;
Pues su promesa me dice
Que algún día le veré.
Mora contigo siempre
El fiel consolador,
Guiándome constantemente
A las fuentes del amor.

Si tan feliz es el alma
Que anda de Jesús en pos,
¿Qué será cuando en su gloria
Venga el hijo del gran Dios?
Entonces le veremos,
Sentado en majestad,
Dicha indecible tendremos
En la celestial ciudad.

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