Oh, compañerosde esta causa santa,ya pregonad de Cristo el Salvador,la buena nueva que al perdido salvay del esclavo hace un vencedor.Desde Jujuy hasta Patagonia,el evangelio, osados, proclamad,y el mensaje que de paz nos habla,eterna gloria, el Padre nos dará. La salvación perfecta y gloriosa,que en Jesús, Dios quiso revelar,ya proclamamos, sí, por todas partesque Jesucristo vino a salvar.Ya muchos a Jesús se entregarony a estos, otros se agregarán.Sí, la palabra en vano no se siembra,pues el Señor la fructificará. Poder de lo alto para ser testigos,fue la promesa que Jesús nos dio,muy pocos sonlos que están esperandoeste poder que Cristo prometió.Más, ¡gloria a Dios!ya otros despertarony llenos del poder pentecostalirán a despertar a los que duermenpara que busquen el don celestial. En nombre de Jesúshoy proclamamosla salvación a todo pecador,y sanidad a los que están enfermos,en Cristo hay alivio del dolor,Y los demonios serán expulsados,porque Jesús nos prometió poder,los salvos ya se están preparandopara encontrar a Cristo nuestro Rey.

Peregrino, tú que vas al cielo,y te sientes afligido aquí,será satisfecho tu anhelo,cantarás con ángeles allí. - - - - - - Coro: - - - - - - -¡Oh! ¿entrarás allí?do suena el cantocual las muchas aguas,en celestes moradas allí.¡Oh! ¿entrarás allí?do todos los salvados ante el trono,alaban a nuestro Redentor. Alma mía, escucha las campanas,que te llaman a tu dulce hogar.¡Oh! ¿Serán las últimas llamadas,que te invitan hoy para entrar? Mi Jesús el Sol de la justicia,me conduce al puerto celestialdonde se terminará la lucha,do tendré reposo sin igual. Por su sangre nos abrió el cielo.¡Gloria a Dios!la puerta abierta está.Puedes ir también, si es tu anhelo,¡oh! ¿será que afuera quedarás?

¡Oh, qué fuente tan gloriosa!rica, llena de amor,gran poder, verdad y graciahallo en mi Salvador. - - - - - - Coro: - - - - - - -Cristo me abrió el cielo,para que yo pueda entrar;con su sangre me ha salvado,y jamás he de pecar. Como ave perseguida,yo huía del Señor,mas Jesús ya me buscaba,en el mundo del error. ¡Oh, qué grande maravilla!Cristo ya me halló a mí,y al oír que me hablaba,gozo inmenso yo sentí. Cuando en la mañana eterna,hasta el cielo llegaré;por el gran amor de Cristo,yo entrada obtendré.