¡Suenen dulce himnos, gratos al Señor,
Y óiganse en concierto universal!
Desde el alto cielo baja el Salvador
Para beneficio del mortal.
CORO:
¡Gloria!, ¡gloria sea a nuestro Dios!
¡Gloria, sí, cantemos a una voz!
Y el cantar de gloria que se oyó en Belén
Sea nuestro cántico también.
Montes y collados fluyan leche y miel,
Y abundancia esparzan y solaz;
Gócense los pueblos, gócese Israel,
Que a la tierra viene ya la paz.
Salte de alegría, lleno el corazón,
La abatida y pobre humanidad;
Dios se compadece viendo su aflicción,
Y le muestra buena voluntad.
Lata en nuestros pechos noble gratitud
Hacia quien nos brinda redención:
Y a Jesús el Cristo que nos da salud,
Tributemos nuestra adoración.