Hay un sueño inefable de Cristo el Señor,
Que ha de ser a su fin realidad;
Cada instante contemplo esa dulce visión,
Que es promesa de eterna verdad.
CORO:
Este sueño inefable secreto es de paz,
Que yo quiero impartirte en verdad;
Porque sueño mirar en la gloria su faz,
Y yo sé que será realidad.
Bien compensa por toda ansiedad y dolor
La esperanza que afirma mi fe;
Pues al ver a mi Rey en su real esplendor
Ni aun la sombra de pruebas tendré.
Cuando ya todo anuncie que el fin cerca está
No agitarme podrá la ansiedad:
Un suspiro no más, y la vida se irá,
Mas mi sueño será realidad.