Cuando aquí de mi vida mis afanes cesen ya
Y se anuncie bella aurora celestial,
En las playas del cielo mi llegada esperará,
Mi Señor con bienvenida paternal.
CORO:
Puedo entonces conocerle,
Y segura en su seno estaré;
Cara a cara espero verle,
Y con él redimido viviré.
¡OH!, qué gozo tendré yo cuando pueda ver su faz
Y en eterna vida esté con mi Señor;
De su lado ya nunca me podrán quitar jamás
Los halagos de mi fiero tentador.
He de ver a los seres que en la tierra yo perdí,
Cuando en brazos de la muerte los dejé:
Y aunque de ellos, entonces, con dolor me despedí,
¡Junto al trono de Jesús los hallaré!
Al entrar por las puertas de la célica ciudad,
Me uniré con los que ya triunfantes van,
Y el himno que alabe de mi Dios la majestad,
Los acentos por los siglos sonarán.