Dios no nos deja huérfanos,
Más como prometió,
Nos manda el Santo Espíritu,
Que llena de su gran virtud
Al ser que le esperó
CORO:
¿Ha venido a ti? ¿Ha venido a ti,
El Espíritu Consolador?
Dios convencerá al mundo de mal,
Cuando venga el Consolador.
¡OH! Santos, Dios os llama hoy
su plenitud tomad;
es para todos por igual
el santo Huésped celestial,
Espíritu de verdad.
Jesús promete un Pentecostés
A cada corazón;
Postrados, pues, roguémosle,
Y esperemos por la fe,
El prometido don.
Creyentes, para todos hay,
El gran Consolador,
Y las señales seguirán:
En otras lenguas hablarán,
Promesa del Señor.