¡Oh nuestro Padre, Eterno Dios!
Que guías al mortal,
El año nuevo nuestra voz,
Te viene a consagrar.
El cielo, el orbe, el hombre, están
Diciendo tu poder;
la vida, el tiempo, pasarán
Según sea tu placer.
Venímoste a prometer
En tu servicio, ardor;
Un nuevo corazón, y un ser
Celoso de tu amor.
Demuéstranos la vanidad
De cuanto existe aquí;
Grandeza, bienes, potestad,
Perecerán al fin.
Haz que con la tranquilidad
Que sólo da la fe,
Lleguemos a la eternidad
En paz contigo. Amén