Soberana bondad, condesciende
Hasta mí mientras pasa mi afán;
A mí espíritu falta un albergue
Que tus alas nomás me darán.

CORO:
Muy allá del azul
Firmamento; te ensalcen, mi Dios,
Llena esté de la luz
De tu gloria, la vasta creación.

Clamaré al Altísimo y fuerte
Cuyos fines se cumplen en mí,
Contra quien me improspera a salvarme,
El socorro enviará que pedí.

Entre leones el alma, y con quienes
Echan llamas, en paz dormiré,
Cuya lengua es espada, y sus dientes,
Lanzas, flechas que no temeré.

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