Jesús es mi Rey soberano,
mi gozo es cantar su loor;
es Rey, y me ve cual hermano,
es Rey, y me imparte su amor.
Dejando su trono de gloria,
me vino a sacar de la escoria,
iY yo soy feliz Y yo soy feliz con Él!
Jesús es mi amigo anhelado,
y en sombras o en luz siempre va
paciente y humilde a mi lado
y ayuda y consuelo me da.
Por eso constante lo sigo,
porque Él es mi Rey y mi Amigo,
¡ y yo soy feliz, y yo soy feliz con Él!
Señor, ¿qué pudiera yo darte
por tanta bondad para mí?
¿Me basta servirte y amarte?
¿Es todo entregarme yo a ti?
Entonces, acepta mi vida
que a ti solo queda rendida,
¡Pues yo soy feliz, pues yo soy feliz
por ti!