Seguid al Maestro
no importa sufrir,
aunque haya enemigos
y tropiezos mil.
Si estrecha es la senda
seguid sin temor,
su rostro glorioso nos da resplandor.
– – – – – – Coro: – – – – – – –
Proseguid siempre adelante,
no miréis jamás atrás;
oíd la voz del Comandante
y vencido será Satanás.
Seguid al Maestro por todo lugar,
lo mismo en peligro
que en la oscuridad.
Estemos alerta cual hijos de luz,
y grande victoria daranos Jesús.
Seguid al Maestro sin titubear,
sus órdenes todas
cumplid sin tardar.
Si oscura es la senda no retrocedáis,
siguiendo al Maestro
podremos vencer.