¿ Quién será de Cristo?
¿ Quién le servirá?
¿Quién irá en su ayuda,
otros a buscar?
¿Quién el mundo deja?
¿Quién batallará?
¿ Quién será de Cristo?
¿ Quién con Él irá?
Por su llamamiento,
por su gran favor,
somos ya de Cristo,
nuestro Salvador.
No fue por la gloria
ni por el honor,
que nos alistamos, siervos del Señor;
sino constreñidos
por un puro amor,
siempre seguiremos
al buen Salvador.
Por su voz llamados,
por su gran favor,
somos ya de Cristo,
nuestro Salvador.
¡Ohl Jesús, comprados
no por oro vil,
sino por tu sangre, henos ante ti.
Llénanos ahora del más puro amor,
tú nos has llamado,
mándanos Señor.
Libres pues, estamos,
por su gran favor,
somos ya de Cristo,
nuestro Salvador.