De la noche oscura,
con pena y dolor,
una gran multitud ya se va;
todos miran arriba con fe y amor,
do la puerta abierta está.
– – – – – – Coro: – – – – – – –
¡Oh, qué himno glorioso
ante el trono!
Cuando todos reunidos estén;
ya se oye el coro celeste,
de los salvos que van a Edén.
No se ve en sus ojos
ningún vacilar,
no desean quedarse acá;
desde el día que a Cristo
pudieron mirar,
su anhelo es hallarse allá.
Ya el gozo del mundo
no puede saciar.
quien al cielo mirando está;
por la fe se apresura
la meta alcanzar,
do la puerta abierta está.
Muy en breve
los últimos han de llegar,
con gran gozo se van a reunir;
dime, cuando al Cordero
la gloria han de dar,
si con ellos tu voz has de unir.