Hay un lugar do quiero estar;
deseo allí morar.
En las heridas de Jesús
que sufrió en la cruz.
Jesús también te llama a ti,
que vagas en pecado aquí;
podrás con Cristo descansar,
y paz con Dios gozar.
Yo quiero ir tal cual estoy,
a ti, Jesús, yo voy;
perdóname y sálvame,
mi vida yo te doy.
La voz tan tierna de Jesús,
me dice: “ven, hijo, a la luz’:
quiero quitar tu maldición
y dar te salvación.
El hijo de mi Dios ya soy,
salvado por Jesús;
y hacia el cielo marcho hoy,
llevando aquí mi cruz.
La muerte más no temeré;
la vida eterna gozaré.
Mi alma siempre cantará,
a Cristo alabará.
Muy pronto Cristo volverá,
su esposa a buscar,
y para sí la llevará
para con Él reinar.
Vestido blanco vestirá
que nunca mancha allí tendrá,
y en ese hogar será feliz,
sí, siempre muy feliz.
Amigo, ¿lejos aún estás,
del Salvador Jesús?
acuérdate que perderás
el cielo y la luz.
Por ti, Jesús la vida dio,
su sangre por ti derramó.
entrégate al salvador,
a Cristo el Señor.