Estoy de viaje para el cielo,
creo llegar muy pronto allá;
ya nada temo, ni aun la muerte,
porque Jesús conmigo está.
Yo voy viajando hacia el cielo,
espero hallarme muy pronto allá;
oh, Dios, te pido, me acompañes,
hasta mi patria celestial.

Muchos hermanos
ya han cruzado
el río de la muerte atroz;
era muy triste de separamos
de ellos, mas Cristo los llamó;
fueron al cielo, fueron gozosos,
para con Cristo allí descansar;
y a nosotros ellos esperan,
en esa patria celestial.

Nadie podía ya detenerlos,
cuando Jesús llamó a ir;
y con gran gozo ellos partieron,
para el cielo, a vivir;
fueron con Cristo y ya llegaron,
espero hallados muy pronto allí;
oh, Dios, te pido, me acompañes,
hasta la patria celestial.

No os canséis,
hermanas y hermanos,
aunque es duro el viajar;
Cristo es la vida y el camino,
por Él se llega al dulce hogar.
Vamos, hermanos, siempre adelante,
todas las pruebas allá cesarán,
en toda lucha seguid constante,
hasta la patria celestial.