Un amigo hay más que hermano:
Cristo el Señor;
El llevó en Su cuerpo humano
nuestro dolor.
Este amigo moribundo,
padeciendo por el mundo,
Demostró su amor profundo:
¡Dadle loor!
Conocerle es vida eterna
Cristo el Señor;
Todo aquel que quiera,
venga al Redentor;
Por nosotros él derrama
vida suya, pues nos ama,
Y a su lado a todos llama:
¡Dadle loor!
Hoy, ayer y por los siglos
Cristo el Señor;
Es el mismo fiel amigo:
ven, pecador.
Es maná en el desierto,
nuestro guía, nuestro puerto;
Es su amor profundo y tierno:
¡Dadle loor!