Oh, qué gran Salvador glorioso,
que por mí no rehusó sufrir,
derramó su preciosa sangre,
los perdidos por redimir.
– – – – – – Coro: – – – – – – –
Fue clavado en la cruz por mí,
fue clavado en la cruz por mí,
en la cruz Él sufrió, por mí murió,
fue clavado en la cruz por mí.
Y del cielo bajó al mundo
a cumplir el plan de mi Dios.
Él nació aquí de una virgen
por venir a la Tierra atroz.
Castigado por mis maldades,
mis dolores en sí, llevó;
mis dolencias las sana todas,
en la cruz do por mí murió.
Fue así que Él dio su vida,
por salvarme de perdición;
y ha ido a prepararme,
un lugar en su gran mansión.