Vine a Cristo Jesús y encontré,
gloriosa paz, perfecta paz;
aunque las olas azoten mi ser,
tengo dulce paz.
– – – – – – Coro: – – – – – – –
¡Paz, paz, gloriosa paz!
¡Paz, paz, perfecta paz!
Desde que Cristo mi alma salvó,
tengo dulce paz.
Paz insondable cual es el mar,
gloriosa paz, perfecta paz;
puedo en el seno de Dios reposar.
Tengo dulce paz.
Paz inefable, de Dios rico don,
gloriosa paz, perfecta paz;
infunde aliento en mi corazón,
tengo dulce paz.
En los conflictos con el tentador,
gloriosa paz, perfecta paz;
Cristo amante me hará vencedor,
tengo dulce paz.