La gracia de Dios revelada
en Cristo Jesús mi Señor,
al mundo perdido presenta
de Dios su infinito favor.
– – – – – – Coro: – – – – – – –
Gracia, gracia,
me basta la gracia de Dios, Jesús.
Gracia, gracia,
yo miro su gracia en Jesús.
La gracia de Dios es más dulce
que cosas terrestres aquí;
en su voluntad es mi goce,
en pruebas su gracia en mí.
Más alta que cosa celeste,
más hondo que profundo mar;
la fuente perenne de balde
ya fluye, la debes probar.
¡Oh, ven, gusta hoy de su gracia!
Sí, ven, pronto tú la tendrás;
no hay fin de su eficacia,
en ella tú descansarás.