Promete a los suyos el Salvador,
Un hogar, un hogar,
Morada celeste de paz, amor y bienestar,
Do libres de pena y sin mancha ni mal,
Gozando con Cristo la dicha eternal,
Contemplen los fieles en gloria y luz.
El rostro de aquel que murió en la Cruz.
Sí, por mí; si por mí; Cristo prepara un dulce hogar,
Sí por mí, sí por mí, un dulce hogar.

A todos ofrece el buen Salvador,
Este hogar, este hogar,
Y amante les dice: “A mí venid y descansad”
En esta bendita morada jamás
Ni muerte ni duelo podrán penetrar;
En ella no hay noche, pues Cristo Jesús
Cordero divino es del cielo la luz
Sí, a tí; sí a tí; Cristo te ofrece un dulce hogar,
Sí, a tí; sí a tí; un dulce hogar.

Dejó por nosotros el Salvador,
Su hogar, su hogar.
Y quiso su vida en la triste cruz sacrificar.
A fin de librarnos de condenación
Abriendo el camino a la salvación:
Oíd pues con gozo el mensaje de amor
Que ya nos proclama Jesús el Señor,
Sí, a tí; sí a tí; Cristo te ofrece un dulce hogar,
Sí, a tí; sí a tí; un dulce hogar.

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