Ya venimos, cual hermanos,
A la Cena del Señor
¡Congreguémonos, cristianos,
Respirando tierno amor!
En memoria de su muerte
Y la sangre que vertió,
Celebremos el banquete
Que en su amor nos ordenó..
Recordando las angustias
Que por nos sufrió el Señor,
Dividida está nuestra alma
Entre el gozo y el dolor.
Invoquemos la presencia
Del divino Redentor,
Que nos mire con clemencia
Y nos llene de su amor.